Nápoles Subterránea

Escondidas bajo las serpenteantes callejuelas del centro histórico de Nápoles, las instalaciones de Nápoles Subterránea ocultan uno de los entramados de túneles más grandes de Europa.

Echando la vista atrás

Originalmente los túneles fueron creados por los griegos como depósitos subterráneos de agua. Con la llegada de los romanos estos espacios fueron ampliados al extraer roca para utilizarla en la construcción de la ciudad.

Durante la Segunda Guerra Mundial Nápoles fue terriblemente asediada por los bombardeos, por lo que los túneles fueron de especial ayuda al habilitarse como refugios para salvar las vidas de más de 200.000 personas.

Con el final de la guerra, el laberinto de túneles, cuevas y cisternas se convirtió en un enorme basurero y permaneció en el olvido hasta comienzos del siglo XIX, cuando afortunadamente fueron rescatados para convertirse en uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad.

Recorriendo el subsuelo

Tras descender más de 100 escalones para llegar a 40 metros de profundidad nos encontramos en las entrañas de la ciudad para recorrer una sucesión de estrechos túneles y extensas salas subterráneas a través de las cuales se inicia un viaje a través de la historia de Nápoles.

Interesante, aunque algo claustrofóbico

Es importante tener en cuenta que durante el recorrido se pasa por angostos túneles de apenas 70 centímetros de anchura. Estas zonas se visitan en la penumbra con la única iluminación de una pequeña vela, por lo que si tenéis claustrofobia o no os sentís cómodos en lugares estrechos y oscuros puede que sea mejor no hacer esta visita.

Podeís reservar el tour por los subterráneos que solo se realiza en español durante los meses de julio y agosto en este enlace:

Horario

Las visitas guiadas se realizan cada hora, desde las 10:00 hasta las 18:00.
Tienen una duración de 1 hora y 30 minutos y se pueden hacer en italiano o en inglés.

Precio

Entrada: 15 (16,30 US$)

Transporte

Metro: líneas 1 y 2.
Autobús: líneas 201, C1N y R2.